TLC Lechuga
Por lo que se sabe el Perú ha conseguido que, en la negociación agrícola, Estados unidos acepte desgravar el ingreso de la lechuga a su mercado. Aún no consiguen algo semejante con el espárrago, las alcachofas, las uvas, el mango y otras estrellas de la agroexportación. En contraparte ya se ha entregado el maíz, el algodón, el arroz, el trigo, la papa, la cebada, y se está estudiando abrir el mercado de porcinos, lácteos y otros.
Además estamos en el esfuerzo de convencer al país que no nos hacen mucho mal los principios de propiedad de patentes en medicinas y agroquímicos, en este caso a cambio de nada. Neto para los gringos. Igual en trato de inversiones, servicios, compras públicas, tribunales de controversia, etc.
Limpio para Vargo, cero para Ferrero.
Lo interesante es que en todo este proceso Estados Unidos ha mantenido prácticamente cerrado su mercado, tomándose la negociación como si se tratara de cobrarle alguna deuda al Perú.
Los beneficios de ATPDEA, bien gracias. Si se acaban, se acaban pues. Esta es otra negociación y no hay ninguna plataforma mínima.
Estamos entrampados en el inicio. Estados unidos mantiene sus subsidios agrícolas, sus resistencias a la liberalización real de productos de ingreso, su pretensión de tragarse nuestro pequeño mercado con zapatos y todo, y sus exigencias de protección y sobre-beneficios para sus inversiones.
Y a esto le llaman tener una negociación a punto de firmarse.
Ferrero
El ministro ha resumido su actitud en la siguiente frase: “ahora van a verme jugar mis cartas, pero siempre protegiendo el mercado”
O sea su carta no es proteger el mercado. Hay otras cartas que jugar aquí pero siempre protegiendo.
Uno pensaría que la responsabilidad e los ministros de las carteras económicas sería la de proteger y ampliar los mercados para el desarrollo de su país. Pero este señor tiene otro proyecto en la cabeza.
¿Qué cartas se van a jugar en diciembre para intentar nuevamente firmar cuando no se tiene ningún espacio ganado?
Tómese en cuenta que la suspensión anterior se produjo cuando Estados Unidos avanzaba en nuevos temas, después que el Perú se rindiera en algunos de los puntos más conflictivos y cuando no se había ganado en cuento a mercado nuevo.
Pero a pesar que todos sabemos dónde están entrampados, continúa vigente el falso optimismo. Y el país dividido entre los que presienten que nos estamos aproximando a colocarnos un lazo neocolonial sobre el cuello y los que creen que la asociación con el gigante es nuestro único y posible destino.
Pero nadie llega finalmente a la verdad. La negociación sólo ha conseguido un mercado abierto para las lechugas. Y en una negociación a todo tren como la que quiere Toledo u aceptan Ferrero y De la Flor, sólo se puede aspirar a conseguir uno que otro producto más mientras se conceden en muchísimos productos y otros terrenos.
Un TLC lechuga, para eso tanto jaleo.
Raúl Wiener - peru.indymedia
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